sábado, 3 de mayo de 2014

Probando cosítas.

Termina, ella ahuyenta mi odioso temor,  ella alza mi orgullo terminalmente.  Espero a mi odio temprano estando absorto, mientras observo todos esos anacrónicos momentos.
Oh, todos están aullando mentiras; oh, todos están alegres, mirándonos.
Oh, todavía eres anhelada, mi obsesión tardía.
Estas acciones muestran orgullosas tétricos estados a mi osado, tan estúpido, amor. Muestran orgullosas tantos encuentros (algún momento olvidado) turbulentos, espejados, anteriores. Me observan, te estudian. Abren mi obtuso tejado, están aquí, mientras otros te enseñan a mostrar odio.
Todos estos ardientes momentos, o todos estos ambiguos mecenas, odian tu esperanza, arrancan mis ojos, tu electo amor.
Muchos odiamos.
Tierna, educada, amorosa, mi osado Tulipán. A mí, o todos, enamora. Altísima mente, o temible altísima mente. Orgullosa, te extraño. Amor mortal obstruido tanto. Este amor, mortal o terminable, adora mis osadía.
Termina, ella adora mi osadía.

Tal era aquella muchacha ordinaria.

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